El lunes, a pesar de que estaba algo cansada después del periplo por el baixo y alto Miño, me paseé durante media hora, a pesar de que llovía y de que lo que me apetecía era ponerme en horizontal en mi otro "yo"(léase sofá). Recuperé el placer de empaparme-¡cuánto tiempo¡-.
Y al llegar a casa sesión de Wii, que me lo agradece diciéndome que tengo una edad de 38 años, además Alicia le quitó la coleta a mi entrenador que ahora está mucho más guapiño.
Resumiendo que mi fuercita de voluntad me encanta. Qué simple.
Del periplo Miñoto me agradó todo. Volver a sitios que hacía un montón de años no visitaba y comprobar que van mejorándolos y haciéndolos más agradables.
Tuvimos suerte en Santa Tecla porque había buena visibilidad.
El castro impresiona porque está muy bien reconstruído. La Guardia también la mejoraron mucho. Los paseos marítimos que hacen por todos lados en este caso le vino muy bien.
De la parte portuguesa, Vilanova de Cerveira muy agradable.
Como en los pueblos del Norte de Portugal, la mano de Siza se nota. Me encantan sus diseños mezclando lo antiguo y lo nuevo. Desde mi punto de vista siguen dándonos lecciones, aunque claro... la escuela de arquitectura de Oporto tiene renombre mundial. De la Boega, ah¡¡¡ la Boega. Pensaba que con la muerte de Flavio Amorín decayera pero...
Y al llegar a casa sesión de Wii, que me lo agradece diciéndome que tengo una edad de 38 años, además Alicia le quitó la coleta a mi entrenador que ahora está mucho más guapiño.
Resumiendo que mi fuercita de voluntad me encanta. Qué simple.
Del periplo Miñoto me agradó todo. Volver a sitios que hacía un montón de años no visitaba y comprobar que van mejorándolos y haciéndolos más agradables.
Tuvimos suerte en Santa Tecla porque había buena visibilidad.
El castro impresiona porque está muy bien reconstruído. La Guardia también la mejoraron mucho. Los paseos marítimos que hacen por todos lados en este caso le vino muy bien.
De la parte portuguesa, Vilanova de Cerveira muy agradable.
Como en los pueblos del Norte de Portugal, la mano de Siza se nota. Me encantan sus diseños mezclando lo antiguo y lo nuevo. Desde mi punto de vista siguen dándonos lecciones, aunque claro... la escuela de arquitectura de Oporto tiene renombre mundial. De la Boega, ah¡¡¡ la Boega. Pensaba que con la muerte de Flavio Amorín decayera pero...
que va¡¡¡, mejoró. De picadero de pendones de alta cuna y pasta a establecimiento familiar encantador. Y la cocina... como siempre... bueno... más postres... Hay que ir un fin de semana.
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