jueves, 15 de abril de 2010

LA SABIA NATURALEZA


Hace un año puse una entrada con el mismo título en la que se veía un nido de lavandeiras en una maceta del porche de la casa de Vilanova.
Esto es una planta de diente de león y una amapola, al pie de un árbol delante del hotel de Lisboa.
Estábamos en la plaza Marqués de Pombal, zona de la Estufa fría, ajardinada impolutamente. Estas dos pobres escaparon de los múltiples kilos de herbicidas que probablemente echarán en los jardines. Aposentaron sus semillas y ahí sobreviven hasta que algún político de jardines mande botar más herbicida. Menos mal que Portugal también está en crisis, espero que no tengan dinero para comprar el veneno durante mucho tiempo.

1 comentario:

Ana López Almansa dijo...

Bonita papaver roheas lisboeta.Yo sueño con ver una de las mil semillas que compré.Pero este Sol las calcina,a ver si hay suerte.