sábado, 31 de julio de 2010
ESTATUA DE LA LIBERTAD.
Gracias a los consejos de mi primo, llegamos temprano a Battery Park para coger el barco, -todavía estábamos con el sueño cambiado-. Fue unos de los día que rondaron los 40º. El cielo no era muy claro pero ver el archiconocido skyline de NY emociona.
Me imaginaba la estatua algo más grande.
A pesar de las colas y del calor, merece la pena visitarla, sobre todo por el viaje en barco y por las vistas. Para subir había una cola enorme- a pleno sol -por lo que siguiendo también los consejos, no subimos.
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