En mis caminatas suelo llevar compañía humana y/o canina pero llevaba un mes en solitario de ahí la concentración en lo que me rodeaba.
La humana entre los libros y las actividades está muy cansada. La canina en celo.
No era cuestión de llevarla y parecer la flautista de Hamelin.
Pero ya se acabó, (el celo) y ayer ya me acompañó. La humana volverá en vacaciones.
Por cierto...la frase perra en celo... a rajatabla. Lanzada a todo cuanto perro aparecía. Menudo pendón.
lunes, 19 de diciembre de 2011
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